Dr. Jose María Canga Presa
Jefe de Unidad de Cirugía Esofago-gástrica
Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE)
La cirugía robótica está suponiendo un gran avance en nuestra especialidad, aunque no tan grande como el que supuso la cirugía laparoscópica en su momento.
La revolución en cuanto a recuperación del paciente vino marcada por la introducción de la
laparoscopia en los servicios quirúrgicos, frente a la cirugía abierta. Este cambio fue mucho mayor que el que está suponiendo la cirugía robótica frente a la laparoscopia, a mi modo de ver.
No obstante, el desarrollo tecnológico va cada vez más encaminado al uso de plataformas robóticas, más o menos complejas, que nos faciliten a los cirujanos la realización de determinadas cirugías con la mínima invasión, y por tanto redunden en la seguridad con la que llevemos a cabo nuestras operaciones.
La cirugía robótica no deja de ser más que una cirugía laparoscópica asistida con un aparato
especial que se aplica en la posición que habitualmente ocupa el cirujano, es decir se engancha al paciente, mientras el cirujano lo maneja desde una consola, en vez de actuar directamente sobre el paciente con el instrumental laparoscópico convencional. Pero la operación que el cirujano pretende realizar debería ser la misma que en cirugía laparoscópica o en cirugía abierta.
Por tanto, si el grado de invasión en el cuerpo del paciente, es decir, el tamaño de las heridas que realizaremos, es muy similar en cirugía laparoscópica y en cirugía robótica, la recuperación del paciente también va a ser muy similar.
Otra cuestión bien distinta son las ventajas que aporta el sistema robótico para el cirujano, en cuanto a ergonomía, visión, facilidad de trabajo en espacios reducidos y realización de suturas. En buena lógica, estas ventajas para el cirujano deberían traducirse en seguridad para el paciente, pero en muchos casos la evidencia científica aún es limitada.
Dentro de la cirugía esófago-gástrica es posible realizar muchos procedimientos por cirugía
robótica, y en la mayoría claramente nos facilita el proceso de sutura, a cambio de un
encarecimiento económico del proceso y un beneficio clínico aún poco evidente, si lo comparamos con cirugía laparoscópica, como ocurre en todas las especialidades quirúrgicas que realizan cirugía robótica.
En nuestra unidad de cirugía esófago-gástrica, en la que venimos realizando la mayoría de las
intervenciones por cirugía laparoscópica desde hace ya más de dos décadas, la implementación de la cirugía robótica ha sido relativamente sencilla.
Hasta el momento hemos intervenido mediante cirugía robótica hernias de hiato, divertículos
esofágicos, acalasias de cardias, tumores gástricos y también hernias y eventraciones de pared abdominal.
Tras haber realizado ya más de 100 procedimientos con el DaVinci, desde que comenzáramos en nuestra Unidad con la cirugía robótica en Septiembre de 2019, y teniendo en cuenta el parón en cuanto a dicha actividad que supuso el primer año de pandemia, estamos en condiciones de seguir progresando en procedimientos cada vez más complejos, tratando de aportar un valor añadido a nuestras cirugías y a la recuperación de nuestros pacientes.