Cirugía de la obesidad y la diabetes
CIRUGÍA BARIÁTRICA
Cirugía laparoscópica y robótica
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¿QUÉ es un bypass gástrico?
El bypass gástrico es la intervención de cirugía bariátrica que más se ha realizado en el mundo desde que fuese publicada la primera cirugía en abierto de este tipo por Mason e Ito en 1967, y de la que se dispone de resultados favorables que se mantienen a muy largo plazo.
El bypass gástrico en Y de Roux consiste en primer lugar en reducir el estómago. Realmente lo que se hace es dividir el estómago y convertirlo en dos. Uno pequeño por el que pasará la comida directamente al intestino, después de la intervención, y el resto del estómago que no se extirpa, que continuará produciendo jugo gástrico y hormonas, pero por el que ya no va a pasar la comida (esto hace que la intervención pudiera ser reversible, si fuera necesario, porque no hay extirpación de ningún órgano). El estómago pequeño se unirá al intestino y el intestino seccionado al intestino más distal para conformar la denominada Y de Roux, permitiendo así que la bilis no refluya al estómago y dejando un tramo de intestino de 2 metros que no va a absorber nutrientes.
En el año 1986, Fobi y colaboradores describieron el bypass gástrico con cerclaje de silicona o anillado, que es el que realiza nuestro grupo. Con este tipo de bypass se pretende conseguir mayor poder restrictivo que con el bypass gástrico normal y por tanto mejores resultados de la técnica (un 20% de mejores resultados a largo plazo en cuanto a pérdida de peso y mejoría de las
enfermedades asociadas a la obesidad que el bypass gástrico sin anillar).
El bypass gástrico comenzó a realizarse por vía laparoscópica en 1994 en EE.UU. (Wittgrove y Clark). Nuestro grupo viene realizándolo desde 1999, con una casuística que supera los 2.400 pacientes, siendo nuestra técnica de elección en más del 90% de los pacientes que intervenimos por obesidad o diabetes.
El bypass gástrico en Y de Roux laparoscópico que realizamos nada tiene que ver con el bypass biliopancreático o con el bypass de una sóla anastomosis, pues ofrece una mejor calidad de vida al paciente intervenido, sin producir diarreas ni trastornos metabólicos ni hipoproteinemias severas, y siendo una operación que también mejora el reflujo gastroesofágico preexistente y, desde luego, no facilita su desarrollo “de novo”.
El bypass gástrico en Y de Roux laparoscópico es también nuestra cirugía metabólica de elección, es decir para el tratamiento de la diabetes.
¿Cuándo indicamos un bypass gástrico en Y de Roux laparoscópico?
Es la técnica de elección en más del 90% de nuestros pacientes con obesidad mórbida o diabetes, pues creemos que aporta la mejor relación beneficio/riesgo de todas las cirugías bariátricas y metabólicas disponibles.
Los buenos resultados obtenidos en nuestros pacientes operados nos animan a seguir indicándolo, por encima de modas y tendencias actuales.
Sólo indicamos una gastrectomía vertical, la otra técnica de cirugía bariátrica que también realizamos, en casos muy seleccionados.
¿Qué es una gastrectomía vertical?
La gastrectomía vertical laparoscópica es una técnica de cirugía bariátrica que comenzó a realizarse en el año 2001 como primera intervención de una cirugía planificada en dos tiempos en pacientes con IMC por encima de 60 o también llamados super-superobesos. Es decir, a estos pacientes con un grado de obesidad muy severa se les proponía realizar dos operaciones para tratar su obesidad. En primer lugar se les hacía una gastrectomía vertical, con una resección de gran parte del estómago dejando el estómago restante tubulizado, y cuando hubieran perdido un peso significativo se les proponía reintervenir para realizar la segunda operación, es decir, convertir la cirugía previa en un cruce duodenal, buscando un mejor resultado a largo plazo.
No fue hasta el año 2007 que comenzó a proponerse como técnica primaria, es decir como técnica única para el paciente obeso mórbido. Por tanto el seguimiento en el tiempo de esta cirugía no es a tan largo plazo como con el bypass gástrico que lleva realizándose mediante cirugía abierta desde 1967 (Mason e Ito).
Conforme van siendo publicados algunos estudios de las primeros grupos de pacientes intervenidos mediante gastrectomía vertical con seguimiento a más largo plazo (12 y 15 años) se está viendo que un porcentaje no despreciable de pacientes necesitan una segunda intervención o bien por pérdida de peso insuficiente o bien por desarrollo de reflujo gastro-esofágico incapacitante.
Es por eso que nuestro grupo se mantiene realizando bypass gástrico anillado laparoscópico como técnica mayoritaria de elección para más del 90% de nuestros pacientes, y seguimos considerando la gastrectomía vertical como una alternativa o una técnica de recurso en aquellos casos a los que no les aconsejamos realizar un bypass gástrico.
¿Cuándo indicamos una gastrectomía vertical?
INDICAMOS LA REALIZACIÓN DE UNA GASTRECTOMÍA VERTICAL
LAPAROSCÓPICA en los siguientes casos:
• Preferencia del paciente.
• Pacientes con alto riesgo quirúrgico (la gastrectomía vertical es una técnica que actúa sólo sobre el estómago y de la que se espera que ocupe un menor tiempo de operación).
• Pacientes multioperados con cirugías abdominales abiertas previas y que presenten adherencias múltiples.
• Pacientes con resección intestinal masiva en cirugías previas o con radiación por otro tipo de tumor que haya afectado al intestino (enteritis rádica).
• Pacientes que vayan a ser sometidos a trasplante, sobre todo trasplante renal, o trasplantados con terapia inmunosupresora.
• Poliposis gástricas, lesiones premalignas gástricas o tumores gástricos concomitantes que se aconseja extirpar para filiar su origen.
• Enfermedad inflamatoria Intestinal (sobre todo Enfermedad de Crohn).
• Cirrosis hepática.
• Tratamiento crónico con AINEs o Corticoides.
• Hipoparatiroidismo, déficits severos de Vitamina B12 y Vit D o Anemia crónica severa.
• IMC 30-35.
• Edad <18 y >65 años.
Si usted presenta obesidad mórbida y está en alguno de estos grupos puede ser candidato a realizarle una gastrectomía vertical, siempre y cuando no presente síntomas de reflujo o enfermedad por reflujo gastro-esofágica diagnosticada, en cuyo caso le aconsejaríamos la realización de un bypass gástrico, o bien una gastrectomía vertical asociada a un mecanismo antirreflujo.
PROCESO DE CIRUGÍA BARIÁTRICA LAPAROSCÓPICA
El proceso comienza con la primera consulta y finaliza tras el alta, si bien deberá
llevar un seguimiento de por vida, el primer año cada 3 meses y posteriormente una
revisión anual.
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1ª Consulta
Anamnesis, exploración física, recopilación de informes previos, de los antecedentes personales y solicitud de estudios.
ESTUDIO PREOPERATORIO
- Estudios preoperatorios imprescindibles: Electrocardiograma, Radiografía de tórax, Ecografía abdominal, tránsito EGD y analítica completa con hemograma, bioquímica y estudio de coagulación.
- No precisa ningún tipo de preparación digestiva especial el día antes de la cirugía.
El día de la cirugía
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No comerá ni beberá nada después de la medianoche anterior a la cirugía si la intervención se va a realizar en horario de mañana, o bien ayunas después del desayuno si se va a realizar en horario de tarde.
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Se pondrá la dosis de Heparina de bajo peso molecular subcutánea indicada por su cirujano 8 horas antes de la Intervención quirúrgica, ajustada la dosis en función del peso.
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Se le indicará a qué hora debe presentarse para realizar el ingreso hospitalario.
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No traerá objetos de valor a la Clínica, como joyas o tarjetas de crédito. Se le pedirá a la persona que lo acompañe que lleve sus objetos personales.
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Ingresará en habitación doble para que esté acompañado en todo momento por un familiar.
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Se le pedirá que se quite los lentes de contacto, dentaduras postizas, piercing.
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Previamente a ser trasladado al quirófano deberá orinar con la intención de intentar evitar colocar una sonda vesical.
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Su familia esperará en la habitación (se le informará al finalizar la intervención).
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Se le colocará una vía intravenosa en el brazo al entrar a quirófano para administrar sueros y medicamentos durante y después de la cirugía.
Intervención quirúrgica
- Se realizará con Anestesia General.
- La cirugía bariátrica laparoscópica habitualmente se realiza por medio de cinco o seis incisiones de 12 mm cada una (a veces requiere alguna más), a través de las cuales se introduce una cámara y el instrumental de trabajo del cirujano principal y cirujano ayudante. En el caso de la gastrectomía vertical o en el caso de tener que extirpar también la vesícula, es preciso ampliar uno de los puertos de entrada para extraer el estómago y/o la vesícula resecada y posteriormente se cerrará el músculo con puntos para evitar hernias postoperatorias.
- Durante la cirugía se utilizará una sonda tutor introducida a través de la boca y el esófago hasta llegar a su estómago, y se retira al finalizar la intervención. No se deja sonda nasogástrica (a través de la nariz) tras la intervención.
- Habitualmente saldrá con un drenaje del quirófano.
Postoperatorio inmediato
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Cuando se despierte de la cirugía, estará en la UCI y tendrá una mascarilla de oxígeno que le cubrirá la nariz y la boca. Es posible que le duela la garganta debido al tubo de respiración que estuvo presente durante la cirugía. Este dolor
generalmente desaparece después de uno o dos días. También es posible que sienta dolor en los hombros debido a la presión del CO2 que se insufla en el abdomen para realizar la intervención. -
Una vez que esté más alerta, la enfermera en la UCI le cambiará su dispositivo de suministro de oxígeno a una cánula nasal, un pequeño tubo de plástico que se engancha sobre sus oídos y se coloca debajo de su nariz.
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En función de su evolución pasará a la planta de hospitalización a las 6-8 horas de la cirugía.
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Es muy importante realizar una movilización precoz tras la cirugía y continuar con el uso de heparina de bajo peso molecular subcutánea durante el primer mes postoperatorio, para prevenir un evento tromboembólico.
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A las 24 horas de la cirugía, se le realizará una prueba de radiología llamada Tránsito EGD que consiste en dar un contraste a beber y hacer unas radiografías. Si la prueba es satisfactoria comienza a beber líquidos claros (agua e infusiones).
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Al día siguiente se progresará a caldos y zumos, introduciendo la leche al cuarto día postoperatorio y los purés a la semana de la intervención.
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El alta a su domicilio se producirá a las 48-72 horas de la cirugía.
TRAS EL ALTA HOSPITALARIA
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Tras pasar la primera semana postoperatoria tomando solo líquidos, deberá ingerir solo comida a base de purés durante el tiempo que se le indique.
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Cuando comience con los purés comenzará a tomar el complejo multivitamínico aconsejado (que seguirá tomando de por vida).
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Se pondrá la inyección de heparina subcutánea diariamente durante el primer mes tras la cirugía.
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Tomará el protector gástrico indicado durante 1 año, y continuará tomándolo después si fuma o siempre que tome antinflamatorios del tipo Ibuprofeno, dexquetoprofeno, nolotil, etc.
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Revisiones periódicas en consultas: La primera revisión se hará a los 3 meses tras la cirugía, y posteriormente cada 3 meses el primer año y continuando con una revision anual de por vida.
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No deberá levantar pesos de más de 3 kg, ni realizar esfuerzos físicos en un mes desde la intervención. A partir de entonces puede empezar a hacer ejercicio físico, comenzando por caminar rápido, carrera o bicicleta, y esperando 2 semanas más para comenzar con ejercicios que impliquen sobrecarga de músculos abdominales.
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Podrá salir a la calle y pasear, de forma moderada, desde el alta hospitalaria.
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Además conviene que no esté mucho tiempo seguido quieto ni en reposo, para evitar complicaciones tromboembólicas.
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Podrá conducir después de 8-10 días tras la intervención.
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Tras el alta la necesidad de analgésicos va a ser muy escasa, y sólo necesitará un analgésico esporádicamente.
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Tras el alta es posible que note un pequeño hinchazón alrededor de alguna incisión. Esto es normal. Sin embargo, póngase en contacto con nosotros o acuda a la Clínica si tiene fiebre, hinchazón excesivo en alguna herida, enrojecimiento, sangrado o aumento del dolor.
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Los pequeñas tiritas o tiras de aproximación que cubren sus heridas (“steri-strips”) se retirarán antes del alta hospitalaria y podrá dejar las heridas al aire.
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Puede ducharse y mojar las heridas, secándolas bien tras la ducha y aplicando sobre ellas betadine o cristalmina (clorhexidina transparente) a partir del segundo o tercer día.
Dr Canga – Director de Tesis Doctoral
Cirugía Laparoscópica de la Acalasia
2019 – DOCTORANDA ISABEL MARCO LÓPEZ
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